La táctica imprescindible para hacer que tus correos sean abiertos es saber enviarlos con el mensaje adecuado, el destinatario correcto y en el momento justo.
Todo lo anterior es entendiendo lo que necesita tu contacto y creando valor, ¿cómo se crea valor? entendiendo tu cliente, conociendo en qué momento del embudo se encuentra y haciendo una buena segmentación.